Para los que viven en España, sobretodo los adultos, esta expresión es muy simpática y en muchos casos evoca recuerdos de la niñez. Es una frase utilizada por los niños pequeños cuando quieren dejar manifiesto que no están de acuerdo con sus amiguitos etc. Generalmente esta frase sale a relucir cuando el amiguito no le convida a ese rico helado que tiene en la mano, o a la bolsa de bombones o caramelos que tiene en la otra, o cuando se entera que tiene una Playstation y no le invita a jugar. No tajunto es una frase que significa un mundo para un niño: puede ser dolor, egoismo, decepción, rabia, impotencia, celos. Es una frase parecida al "ya no te quiero". Resulta que en su inocencia, manifiesta su estado de ánimo cuando en realidad el niño debería quedarse calladito y planear su venganza en silencio. Cuando dicen esta frase casi siempre están con los brazos cruzados, y los labios muy apretaditos haciendo como un piquito de ave y sobretodo una mirada asesina... Esta foto es la imagen significativa de NO TAJUNTO.
Pasan los años y los niños dejan de decir NO TAJUNTO. Pero esa frase queda tatuada en nuestras neuronas y ya adultos si la escuchamos evocamos la infancia. Nos preguntamos que pasaría si siendo mayores nos atrevieramos a decirlo en voz alta.
Pues he decidido decirla a "viva voce". ¿Las razones? Interminables...Pero ¡Caramba! Allá voy...
No tajunto por las veces que me hiciste esperar.
No tajunto por tus mentiras.
No tajunto porque me acosaste en el trabajo.
No tajunto porque no valoraste mi empeño en ayudarte.
No tajunto porque no me dejaste ayudarte.
No tajunto porque me utilizaste.
No tajunto porque me diste la espalda cuando más te necesitaba.
No tajunto porque no me respetaste.
No tajunto porque no fuiste sincero/a conmigo.
No tajunto porque no me quisiste.
No tajunto porque no me llamaste por teléfono.
No tajunto porque nunca me dijiste te quiero.
No tajunto porque no me dejaste amarte.
No tajunto porque nunca diste la cara.
No tajunto porque no me diste ese abrazo que tanto necesitaba.
No tajunto porque no me diste el aumento de sueldo.
No tajunto porque me llamaste gorda. (¡Y fea!)
No tajunto porque solo me encuentras defectos.
Podría seguir.
Eso sí, me quedó el corazoncito como el de una niña. Pues ¡si! Deberíamos usar esa frase más a menudo.
P.D. ¿Verdad que la mirada del bebito de la foto es asesina? ¡Uf!
