Random thoughts of daily life. No juzgues. Cuando señalas con un dedo a alguien, recuerda que tres dedos te señalan a tí. Eres lo mejor que te pasa. Don't look back. Solidaridad. La política es para otros blogs. Libros. Música. Y ser feliz...

3 de mayo de 2009

Para Tía Meri, te quiero.


Hace ya unos cuantos días que ya no estás con nosotros. Cuando apenas hacía dos meses nos dejó Mari, persona a la que tanto querías, me encuentro escribiendote líneas para expresar lo que siento y pienso. Sé que donde estás sabes que he borrado una y otra vez todo lo que he ido escribiendo desde hace una semana. Sé que sabes lo que siento. Si, tu ausencia duele. Sólo me consuela saber que ya no sufres. Tu salud en los últimos años ha ido a menos. Sobretodo desde Septiembre del año pasado. Papá me contó hace unas tres semanas que se había encontrado a mi primo Moni llorando en su lugar de trabajo. El médico había comunicado unas palabras demoledoras sobre tu estado. También me comentó que tu hija se estaba consumiendo en vida ante tu inminente pérdida.

Quiero decirte tantas cosas que temo que voy a ser incapaz de plasmarlo de forma contundente.

Ahora recuerdo las innumerables conversaciones que tuvimos en los ultimos tiempos. Y el tema principal se refiere a la segunda y tercera frase con la cual comienza este blog. NO JUZGUES y CUANDO SEÑALAS CON UN DEDO A ALGUIEN, RECUERDA QUE TRES DEDOS TE SEÑALAN A TÍ.

Solo tuviste una hija, ante muchas adversidades. MUCHAS. Y sin embargo diste cobijo a muchos sobrinos en tiempos donde la abundancia era una palabra desconocida. Cuidaste a mis abuelos (quienes no pude conocer) cuando todos tus hermanos habían emigrado. Mamá siempre ha tenido eso en consideración y durante muchos años te enviaba puntualmente ayuda. Tuviste una doble tarea muy difícil de cumplir. Y sin embargo, lo lograste y siempre te admiré por ello. Recuerda que muchas veces te dije que solo pariste una hija pero al final tuviste muchos hijos y nietos. Casi todos ellos te adoran con auténtica locura. Y ahora están rotos de dolor. Tambien tuviste la mala suerte de probar el sabor de la ingratitud. Te dije más de una vez que la ingratitud debe ser incluso más dolorosa que el desamor. Pero hay que dejar el dolor de lado.

El dolor de la ingratitud te atormentaba y no te permitía olvidar. Siempre te dije que debías olvidar. El daño que hacen unos pocos jamás deben superar el amor que te profesaron muchas más personas. Pero te dolía. Más de una vez te quería convencer que no era bueno que juzgases a esas personas. Esas personas cometieron el error de juzgar sin saber. Como siempre ocurre cuando se juzga, se recurre una y otra vez en la ignorancia y la falta de sensibilidad y respeto. Los que te conocemos, que somos muchos, sabemos como eres. Muchas veces te dije que tu habías actuado tal y como te dictó tu conciencia y eso mi querida Tía es lo más importante de todo. Tu diste mucho. Y de lo bueno. Porque la generosidad no se basa en dar mucho de lo material que uno pueda tener. La generosidad se basa en que das todo lo que tienes con amor. Y esta premisa la cumpliste con creces. En definitiva en esta historia la que más perdió no fuiste tu...

Cuando Papá me llamó para informarme sobre tu fallecimiento me puse a buscar como llegar a tu funeral. Y me fué totalmente imposible. No hay buses ni trenes los sábados tarde - noche. Solo podía salir el domingo por la mañana y llegaba de noche al pueblo. Algo que lamento profundamente. Ante todo quería estar con mi prima, tu hija. Mayín. ¡Que buena es! Cuando las cosas comenzaron a ir bien para vosotros ella y tu yerno se ocuparon que nunca te faltase de nada. Te trataron como una reina.

Recuerdo cuando conocí a tu nieto Borja, era un bebé de 5 meses. Un bebé hermoso. No es amor de prima, es que fué un bebé hermoso. Y sigue siendo un chico hermoso. Ahora está en la edad rebelde, pero sigue siendo bello. Me preguntabas una y otra vez: ¿A que es guapu mi nietu? (acento asturiano). Y yo siempre te decía: ¡Que siiiiiii! No seas pesada es que es guapo a rabiar... Y tu te inflabas orgullosa y presumías de nieto. ¡Es que la verdad podías presumir...

Cuanto siento tu ausencia Tía. No sabes cuanto. Pero ya no sufres y estás viviendo en el Paraíso. Ese que te ganaste a pulso con tu amor, paciencia, generosidad, sacrificio, trabajo e incluso con mucho dolor.

Me cuentan que mucha gente fué a tu funeral. Que tuviste muchísimas flores. Sé que lo viste todo. ¿Ves como hay mucha gente que te quiere? MUCHA.

Nadie hacía la fabada como tú. Ese pantruque...que era de vicio...y tu Borona Preñada...Sin duda alguna LA MEJOR DEL MUNDO. Tenías una mano perfecta y exquisita para la cocina. Tus simples patatas guisadas con una hoja de laurel y un poco de chorizo eran un manjar exquisito. Tengo que ser justa y decir que tu hija tambien ha heredado la buena mano para la cocina, así que ella seguirá tu legado. Un legado rico en muchas cosas. No sólo en lo culinario. Echaré de menos tus respuestas auténticas que tanto nos hacían reir. Tenías unas salidas geniales...

Sabes que llevo muchos días sentada delante de mi portátil escribiendote una y otra vez. No podía permitirme que fuesen palabras similares a las que dediqué a nuestra querida Mari. Y muchas palabras han sido borradas. Es una casualidad...o nó...pero hoy domingo me levanté pensando: DE HOY NO PASA, HOY LE HACES LA ENTRADA A TÍA EN EL BLOG. ¡Y que casualidad! Justo hoy recibo un anónimo (algo que siempre he considerado deleznable) preguntando ¿Ningún comentario sobre Meri?... Te confieso Tía que no supe que hacer, si reirme ante tal estupidez, o enfadarme. Porque es una falta de respeto. Mi blog, y esto lo he dicho muchas veces, no es un periódico que debe salir cada día. Mi blog es un lugar donde expreso sentimientos, situaciones, dudas, etc. Y muchas de las entradas que hay en él me han costado días de trabajo. Los de la música no implican esfuerzo ninguno. Pero cuando se trata de sentimientos la cosa es distinta. Poco me importa que venga alguien a cuestionarme lo que hago o dejo de hacer, sabes que soy así porque muchas veces te lo dije. Ya pasó el tiempo en el que me preocupaba por los juicios de los demás. Juicios que venían de la total ignorancia. ¿Acaso alguien se ocupó en saber como pensaba, que necesitaba o sentía? Sé que se me está juzgando porque todavía estoy en Barcelona y que mis padres no deben estar solos. Pero estoy solucionando temas que me han llevado más tiempo del que esperaba. En este sentido sólo me preocupan mis padres. Cada uno expresa el dolor a su manera y unos tardamos más que otros. Me cuesta de forma dolorosa escribir sobre tu ausencia. Y lo hago cuando puedo, no cuando alguien considera que no te he dedicado unas palabras. A tí te dedico mis sentimientos, mis pensamientos y estas sencillas palabras. Y aunque quiero y deseo dedicarte esta entrada, sabes muy bien que aunque no la hiciera, te echaría de menos igual...Porque pienso mucho en tí.

Ahora pienso mucho en tu hija y en los sobrinos que lloran desconsoladamente tu ausencia. Pero Mayín en particular. Porque ella siempre ha sido muy reservada. Le cuesta exteriorizar sus sentimientos y pensamientos. Y eso aumenta el sufrimiento. Shakespeare dijo: "EL DOLOR QUE NO HABLA GIME EN EL CORAZÓN HASTA QUE LO ROMPE". Y no quisiera por nada de este mundo que su noble corazón se rompiera aún más...

Espero no defraudarte y poder darle ayuda y mi cariño en la medida que ella lo necesita.

Tengo la buena costumbre de no publicitar mis entradas en el blog. (Salvo a un buen amigo que me hace de crítico) No voy diciendo, vé a mi blog que he dedicado unas palabras a... o he escrito sobre....El que llega aquí sea voluntariamente o por casualidad se encontrará con estas palabras. Y con todos mis respetos, esta entrada es para tí y para tu hija. Lo demás poco importa. En este blog, así como en mi vida, están siempre bienvenidos las personas de buena voluntad...

Cuídate Tía. Nosotros aquí estaremos pendiente de tus seres queridos que te echan tanto de menos.

Quería escribirte algo hermoso, no sé si lo he logrado pero te aseguro que viene desde mi corazón.
Te quiero...

2 comentarios:

Fernando dijo...

Siento tener que leer las bonitas palabras que le dedicas a tu tía, como en su momento sentí las que dedicaste a tu madrina. Siento tu pérdida y siento que, en un momento así, alguien, de forma anónima, judgue tan rápidamente tu dolor (seguro que esa persona también está muy dolida y por eso ha reaccionado así). Un abrazo muy fuerte, Ana.

Ana Reyes dijo...

Muchas gracias Fernando. Aunque estaba preparada para su pérdida, es inevitable sentir el sabor amargo de su ausencia. Te contaría muchas cosas sobre el tema "juzgar a los demás" pero quizás otro día haga una entrada sobre eso. Me gustaría hablar de ello, pero querría que quedase claro que es un tema ya superado. Confieso que más de una vez me hubiera gustado decir en voz muy alta (por no decir gritar) lo que pensaba y pienso de las personas que gastan sus energías en criticar, chismear y juzgar...Se puede hacer mucho daño, se pueden dañar no solo corazones sino incluso vidas por actos así. Cuidate mucho, besos a los tres...