Ana Reyes (Versión 1.0): 2009, EL AÑO QUE SE ACABA

Este ha sido un año lleno de acontecimientos para mí.

He tenido que superar muchas pruebas. Algunas con exito, otras a duras penas, otras totalmente fallidas... Ciertas dificultades requieren el máximo de uno. A veces no se sabe como ir hacia adelante, sin embargo solo se sabe que hay que ir.

Tambien he aprendido muchas cosas, algunas de forma fácil y otras de forma dolorosa. Quiero dejar claro que he no es cierto que para aprender siempre hay que sufrir.

En este año he perdido a dos personas muy importantes para mí. Afortunadamente tengo el convencimiento que donde están ahora... ESTÁN BIEN. Noto esos dos vacios en mi vida y cada vez que pienso en ellas logro substituir la tristeza por el recuerdo alegre y divertido de vivencias que tuve con ellas.

He aprendido a llorar un poco más, a perdonar un poco más (lección dificil y liberadora cuando la aprendes), a vivir un poco más, a sentir un poco más y amar un poco más, aunque el desamor tambien hizo presencia en algún momento. Unas cuantas decepciones han surgido en mi camino.

Me he visto envuelta en situaciones totalmente inesperadas para mí. En lo agradable y lo desagradable.

Toda y cada una de las lecciones aprendidas este año han sido importantísimas. Decir cual es complicado. No obstante creo que hay una que me ha ayudado a sobrevivir mejor: "tener buenos pensamientos". Hay toneladas de literatura que pregonan esta filosofía. Solo sé que los buenos pensamientos en más de una ocasión han dado paso a una serenidad feliz, a una apertura mental, a una paz interior que solo uno puede lograr. Ser consciente de que se es consciente...Si piensas lo peor, pues lo peor vendrá. No falla. Si piensas lo mejor, automáticamente sientes una fuerza interior que te ayuda a soltar todos los lastres negativos que hay en tu vida. No es tan difícil. Es un acto de fé hacia uno mismo. Sumamente necesario e importante. Un solo pensamiento puede tomar posesión de toda tu mente, así que es mejor tener buenos pensamientos.

Durante este año he conocido gente nueva. En persona. El descubrimiento más maravilloso fué de mi Galletita. Stephie, un ser de lleno de vida y con una luz propia que rompería hasta la noche más oscura. Fué una inyección de energía, vitalidad, frescura y cariño profundo...La siento como la sobrina carnal que no he tenido. En lo virtual, a unas cuantas personas... Personas que no sé si llegaré a conocer algún día, pero de las cuales he aprendido y voy aprendiendo todo tipo de cosas. A través de sus blogs, redes sociales y mails...Si se usa bien Internet puede ser apasionante...Espero que estas personas sigan en mi vida por mucho tiempo más.

Claro que hay cosas que ocurrieron que no las he querido, pero están ahí...Debo dejarlas a un lado y seguir adelante.

Mirando al mapa del mundo, la situación global...aunque deprimente en ciertas areas, puedo sentirme afortunada. Pertenezco a ese pequeño porcentaje de la población mundial que dispone de lo básico, y mucho más, para tener una vida digna. Y me siento profundamente agradecida por ello. Doy gracias tambien por la gente que quiero e incluso por las cosas malas que han ocurrido porque tambien pude aprender algo...

Durante este año he aprendido el auténtico valor de sentirse agradecido. Es una sensación muy agradable, causa una especie de felicidad indescriptible.

Tambien durante este año, mis amigos de siempre, los de verdad, me han demostrado que siguen ahí para mí y espero no defraudarles nunca. Ellos bien saben porque digo esto.

He reencontrado viejas amistades y he sentido una especie de ternura maravillosa.

Tengo tantos deseos por pedir. Y antes de que termine el año lo haré. Hay muchas cosas por hacer. Para que este mundo sea un lugar mejor. Si empezamos por nosotros mismos, en nuestra casa, trabajo, amigos y entorno, podemos obrar pequeños cambios.
Los pequeños cambios son los que llegan a lograr los grandes...

Doy las gracias por este año que se acaba.

Mirando siempre hacia adelante...