Y ESPAÑA GANÓ EL MUNDIAL. Una buena terapia.

Durante un mes muchos de nosotros seguimos los aconteceres de la Roja en el mundial de Sudáfrica. Unos por ser seguidores apasionados del fútbol. Otros por la alegría del momento. Durante un mes hemos visto de todo. Oído de todo. Críticas absurdas. Críticas ciegas. La verdad es que no empezamos bien el mundial. Entonces se cuestionó todo. Que si vamos a quedar en cuartos como siempre. Que si ya empezamos con bravuconadas porque nos ibamos a comer el mundial y quedaríamos en el más absoluto de los ridículos (casi siempre en cuartos). Que si la novia (periodista deportiva) del portero Iker Casillas era una distracción. Que si Casillas ya no es lo que era... Que si el entrenador...en fin...de todo.

Personalmente tenía muchas esperanzas porque era la primera vez que veía a un equipo de nivel y sobretodo muy unido. La sombra de equipos míticos como Alemania, Brasil, Argentina, Italia me hacía preguntarme una y otra vez ¿Podremos?...Durante este mes me he repetido el slogan que promocionó CUATRO para la Eurocopa del 2008: "¡PODEMOS!" Bueno, es que en 2008 pudimos. ¿Por que ahora no? Podemos, podemos y ¡PUDIMOS! Esto invita a pensar en el poder de la palabra...Pero esto es para otra entrada en el futuro.

En lo que refiere a mi situación personal, ver estos partidos, animar a España me sirvió de mucho. Grité, salté, insulté (lo admito con vergüenza), me emocioné. Al final de cada partido me preguntaba. ¿Pero por que tanta emoción? ¿En que me beneficia? Y por primera vez comprendí con total profundidad la razón por la cual la gente se entrega tanto en estos acontecimientos. Es la mejor de las terapias.

Anoche, a medida que avanzaba el partido y al descubrir con decepción el estilo de juego de la "Naranja Mecánica" me iba desesperando y esperanzando más y más. He confirmado que los partidos los tengo que ver solita en casa. ¡Menudo escándalo! Cuando vino el gol del "Genio Iniesta" no podía creer lo que estaba viendo. España se declaraba Campeona del Mundo y eso me emocionaba como nunca ningún espectaculo deportivo había logrado hacerlo en mi vida.

Me emocionó ver a dos rivales en la Liga Española abrazándose como hermanos: Puyol (Barça) e Iker (Real Madrid). Me conmovió ver las lágrimas de Iniesta cuando recordó a su amigo Dani Jarque fallecido hace meses. Iniesta del Barça y Dani del Español (rivales en Cataluña). Me emocionó ver a un equipo unido, que se quiere a pesar de sus diferencias en lo que refiere a equipos y procedencias. Esto debería invitar a la reflexión a todos los forofos del futbol español. En vez de buscar conflictos y agresiones. Esos fanáticos ciegos que ven sombras y diferencias aparentemente "irreconciliables" y sin embargo ahí estaban todos abrazándose, deseándose lo mejor. Unidos.

Durante un mes millones de personas en todo el mundo han vivido con ilusión este evento deportivo. Entiendo que los que van de intelectuales dirán que nos comportamos como "borregos". No lo creo. ¿Que tiene de malo evadirse con algo que no hace daño a nadie? Todos en algún momento de nuestra vida, necesitamos evadirnos, distraernos, desfogarnos. Cada uno utiliza el medio que tiene más a mano. Para mí este mundial ha sido una terapia. El intercambio de mensajes con mi gente, a través del Facebook, del Messenger, de la Blackberry ha sido intenso y muy divertido. Me siento tan emocionada como si en cualquier momento se fuese a presentar a la puerta de mi casa el Señor Iker Casillas para entregarme la copa del mundo. Mucha gente se ha sentido así. La copa no es mía, pero la alegría de la Roja ganando la copa para España si la siento un poquito mía. Mucha gente se siente así.

Eso sin hablar de los presuntos poderes de predicción que tiene un pulpo en Alemania. Algo que nos hizo sonreir muchas veces.

A partir de ya, volvemos a la realidad, a la crisis, a los problemas laborales, financieros, sentimentales, familiares, de salud...Pero una sonrisa siempre aflorará cuando recordemos que... ¡ESPAÑA GANÓ EL MUNDIAL!....