Eres niño y sabes que Mamá y Papá están para tí. Llegas a la edad adulta y un buen día, sin aviso, te das cuenta de que los autores de tus días son frágiles y es cuando los papeles se cambian y te toca a tí cuidarlos.
Según la relación que hayas tenido con tus progenitores esta situación se puede volver en una tarea difícil de llevar. En realidad siempre es difícil de llevar. El mundo de un anciano se vé muy limitado. Se sienten inseguros, el dinero les da cierta traquilidad y se vuelven algo obsesivos con él. Se preocupan por cualquier cosa. Depende de la enfermedad que sufran puedes estar en constante tensión. Muchas veces no sabes como hacer. No hay demasiada literatura que te pueda ayudar a hacer las cosas de la mejor manera posible.
Mi relación con Papá y Mamá es buena. Pero tengo muchas interrogantes. Hay que tener una paciencia sublime. No es un tipo de situación que sepas que va a mejorar. Más bien al contrario.
Un buen día te das cuenta de que ya no son tus padres. Sencillamente se han convertido en tus hijos.
Y debes darles mucho amor. Todo el que te dieron cuando eras bebé, cuando te enfermabas, cuando tenías miedo por las noches.
Ármate de paciencia y amor. Es lo unico que puedes hacer.
2 comentarios:
como siempre niña...pones el grado justo de sensibilidad en lo ke escribes, para todos los que los amamos, vaya por delante mi agradecimiento a tu buen hacer con tus piratillas.
Espero que tambien te sirva a ti con LA LEY...Si necesitas ayuda....ya sabes...Zitoz
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